Una de las grandes experiencias que nos trajo el año 2020 fue que nos puso (a la fuerza) a los maestros y a los estudiantes a enseñar y aprender a través de la tecnología. En cuestión de semanas, los colegios y universidades tuvieron que enviar a toda su gente a sus casas y se vieron obligados a ver cómo se «reinventaban» la educación.
En este artículo exploré ese tema de la educación antes y después del Covid.
Pero ahora estamos enfrentando otro quiebre enorme en la educación.
En un futuro muy cercano (la próxima semana, más o menos) los maestros no estaremos de pie frente a un tablero sino casi todo el tiempo revisando una pantalla.
Un algoritmo nos estará informando cuales estudiantes están en riesgo de no pasar un examen, qué tipo de ejercicios necesitan y qué temas se deben reforzar. Al mismo tiempo, en casa o en el mismo salón de clase, los estudiantes estarán interactuando con un tutor virtual que ha ido adaptando los temas al ritmo de cada uno, les ha sugerido lecturas que se ajustan a sus gustos y les ha calificado sus resultados en segundos.
Podríamos decir que ya nos llegó la educación algorítmica, impulsada por la inteligencia artificial (la máquina).
Por supuesto que tiene ventajas irrefutables. La máquina ofrece la posibilidad de un proceso educativo personalizado y muy eficiente que puede identificar las debilidades de un estudiante antes que el mismo maestro. Una gran solución a los sobrecargados sistemas educativos y para los padres preocupados por el éxito académico, claro que sí.
Sin embargo, acompañando esta promesa de optimización casi industrial de la educación (en todas las edades) se esconde una amenaza silenciosa: la invasión asfixiante que podría dejar sin aliento el mismo espíritu de la educación. En el ANEXO se puede ver un reporte imaginario, (elaborado gracias a Gemini) de lo que sería el seguimiento (¿persecusión?) de un estudiante mediante la tecnología, desde su llegada al colegio hasta que se acuesta a dormir.

Un primer peligro es el sesgo algorítmico, que se ha perfeccionado con las redes sociales y que se permea a los datos que alimentan la máquina, el cual podría magnificar el riesgo de perpetuar las desigualdades.
La máquina entrenada con información histórica podría, a lo mejor sin intención, dirigir a los estudiantes de minorías o con capacidades «inferiores» hacia ciertas rutas profesionales o limitarlos a ciertos programas, restringiendo su potencial. Lo que muchos señalan como una democratización de la educación podría en realidad aumentar las brechas entre los que sean capaces de navegar las herramientas y los que no.
Pero el mayor problema es la excesiva condescendencia con el estudiante. Sí, a nadie le gusta el viejo adagio de «la letra con sangre entra» , pero los que hemos «conversado» con la máquina muchas veces terminamos agotados de recibir elogios y felicitaciones cada vez que intervenimos en la conversación. Alguna vez dije que no era correcto decir que la IA era femenina ya que «¡Nunca me contradice!». No hay nada más agotador que tener una conversación con alguien que siempre te da la razón.
Una tutora infinitamente paciente, gentil, bien hablada, incansable, ultra ingeniosa, que lo sabe todo, que si no lo sabe, se lo inventa (¿alucinaciones?) y lo expresa con una seguridad inigualable, que se adapta a mi ritmo, que no tiene problema en repetirme la explicación con otro tono o con otra intensidad, que me retroalimenta inmediatamente sobre mis flaquezas, que lleva un registro detallado de lo que he conseguido en cada minuto de mi recorrido académico, que… ¡¡Auxilio!!
Si hay algo que no necesitan las nuevas generaciones, cada vez más encerradas en capas envolventes de «universos» virtuales es que su educación también sea transferida desde el mundo de las interacciones y relaciones humanas a un limbo artificial. Un mundo paralelo dominado por «el mínimo esfuerzo» y «la satisfacción inmediata» de las necesidades de «conocimiento», en donde la intervención del estudiante es marginal, no ofrece resultados prometedores a ninguna edad.
La perspectiva de contar con tutores «esclavos» de las necesidades y caprichos de los estudiantes creará una costumbre y una dependencia que se puede reflejar en la conducta de los niños (y los adultos) frente a sus colegas y demás humanos acompañantes. La imperfección de los humanos cercanos, comparada con la eficiencia, la paciencia y la inmediatez de las respuestas de la máquina puede convertirse en una intolerancia social de los estudiantes que les impedirá trabajar en equipo o reconocer las falencias propias.
Otro temor es que la máquina no sólo optimice la educación, sino que la industrialice. En un ambiente obsesionado con las métricas del éxito, la máquina se convierte en una herramienta para producir resultados: estudiantes que pasan exámenes con buenos puntajes y acumulan diplomas, listos para ingresar al mercado laboral. Lejos está la prioridad del desarrollo humano integral frente al cumplimiento de objetivos cuantificables. Aquellos que no se ajustan al sistema o que necesitan más apoyo, en lugar de ser tenidos en cuenta, se convierten en «un problema de eficiencia» que la máquina necesita resolver. Los maestros se transforman en supervisores de una tecnología de masificación que les quita el control del aula.
Algo similar ocurrió con la educación virtual en sus comienzos y algunas instituciones pretendían que los tutores atendieran cursos de 250 estudiantes con la excusa de que la tecnología lo permitía. En ese entonces, la máquina no era «taaaan inteligente», en cambio hoy los algoritmos están listos para alimentar el sueño de muchos administradores educativos de ver que su fábrica de diplomas no pare de imprimirlos cada semestre. (Al respecto hice esta presentación en 2011 «Los 5 (+1) grandes errores en la educación virtual» que causó polémica. Ha sido vista más de 250 mil veces en español e inglés y me siguen llegando comentarios).
La educación, como las redes sociales, podría caer en la trampa del «engagement» algorítmico. La máquina, diseñada para mantener a los estudiantes «enganchados», podría priorizar el contenido que es fácil de consumir y que confirma sus sesgos, en lugar de aquel que es desafiante y que promueve el pensamiento crítico. Si la máquina le da a un niño lo que quiere, en lugar de lo que necesita, podemos crear una generación que sea incapaz de enfrentar perspectivas diferentes, de participar en debates productivos y de tolerar la ambigüedad.
La burbuja que filtra los contenidos y que ya nos asfixia a jovenes y adultos en las redes sociales, podría pronto extenderse a nuestros niños en el ámbito educativo. Ese experimento fallido que destruyó la sociabilidad de toda una generación, contaminó las instituciones y distorsionó la democracia de las naciones, convirtiéndonos en conejillos de indias y en productos para los mercaderes de la atención, no puede repetirse en algo tan delicado como la educación.
En este panorama, el rol del maestro, y la educación misma, deben ser redefinidos. Los educadores no deben temer a la máquina, sino aprender a usarla como una herramienta para liberarse de tareas monótonas y enfocarse en lo que aquella no puede hacer como fomentar la empatía, el pensamiento crítico, la creatividad y la conexión humana.
Y aquí cabe una pequeña cuña de mi tecnología ancestral favorita: el libro. Sin notificaciones y algoritmos, la lectura profunda exige una inmersión sostenida y una concentración que las pantallas rara vez permiten. La lectura en papel fortalece la atención, la memoria y la capacidad de análisis. Más importante aún, la literatura nos expone a la complejidad de la experiencia humana, un antídoto invaluable contra la visión simplificada y utilitaria que la máquina nos quiere imponer.
La IA no es el enemigo. El enemigo es una adopción miope de la misma. El desafío es asegurarnos de que esta nueva revolución educativa no se convierta en una invasión que nos asfixie. Algunos son optimistas en cuanto a las intenciones y la transparencia de los modelos de negocio de las grandes empresas de tecnología con respecto a la máquina. (Hay gente así). Otros vemos una carrera armamentista de las corporaciones y los países con inversiones de capital sin precedentes que obligatoriamente tendrán que recuperar. Y la nueva mercancía: ¿las mentes de nuestros niños?
En lugar de una IA (Instrucción Algorítmica), debemos buscar una educación llena de IA (Inteligencia Artesanal), donde la tecnología complemente y fortalezca lo que nos hace intrínsecamente humanos: nuestra capacidad de pensar, de crear, de conectar y de soñar.
Guillermo Ramírez, septiembre 2025
ANEXO
(Ejemplo de un posible reporte académico elaborado por Gemini)

¿Califcacions? ¿Estudiente? ¿Obsrvaciqks?
Nombre del Estudiante: Daniel.
ID de Seguimiento: 748-A9-21-C
Fecha del Reporte: 25 de Agosto, 2026
Bitácora Escolar (7:00 AM – 3:00 PM)
7:00 AM – 7:30 AM | Transporte y Llegada
- Geolocalización: Ingreso a la escuela. El sistema de reconocimiento facial confirma la llegada.
- Actividad: Recorrido por el pasillo. La IA de control de tráfico optimiza su ruta para evitar aglomeraciones.
- Análisis de Biometría: El sensor de muñeca registra una leve aceleración del ritmo cardíaco, indicando anticipación. El sistema lo clasifica como «normal».
7:30 AM – 8:00 AM | Módulo de Preparación
- Actividad: Sesión de revisión en un cubículo personal. La IA le presenta un resumen de los temas de la clase de Matemáticas según sus áreas de debilidad identificadas ayer.
- Análisis de Rendimiento: La tasa de acierto en los ejercicios de práctica es del 95%. La IA registra una ligera mejora en la comprensión de la teoría de fractales.
- Interacción: Muestra una expresión neutra. No interactúa con otros estudiantes.
8:00 AM – 9:00 AM | Clase de Historia del Siglo XX
- Actividad: Clases en un aula modular. El sistema proyecta la información del profesor y permite interacciones limitadas.
- Análisis de Emoción: El sistema de reconocimiento facial detecta una ligera distracción durante la presentación de la «Guerra Fría». Un aviso silencioso se envía al profesor virtual, quien ajusta la velocidad del contenido.
- Participación: Su micrófono se activa para una sola pregunta, guiado por una sugerencia de la IA. La pregunta es «qué impacto tuvo el Plan Marshall en las democracias europeas». La respuesta se evalúa como «relevante y concisa».
9:00 AM – 10:00 AM | Módulo de Lenguaje y Redacción
- Actividad: Redacción de un ensayo. El tutor de IA en su pantalla le ofrece sugerencias gramaticales y de sintaxis en tiempo real.
- Análisis de Productividad: El sistema calcula que la redacción fluye de manera consistente, sin pausas significativas. El 80% de las sugerencias de la IA son aceptadas.
- Observación: El sistema nota que el estilo de escritura se asemeja a los modelos sugeridos en días anteriores, mostrando poca variación o estilo personal. Se marca como «eficiente, pero no original».
10:00 AM – 10:30 AM | Receso Automatizado
- Actividad: Receso programado. El sistema de cafetería le asigna una mesa según su grupo de interacción social para optimizar el flujo.
- Interacción Social: Muestra una conversación de baja intensidad con un compañero. El sistema la clasifica como «funcional».
10:30 AM – 12:00 PM | Módulo de Laboratorio de Robótica
- Actividad: Trabaja en un proyecto de grupo.
- Análisis Colaborativo: El sistema monitorea la interacción y registra que Daniel es el que más contribuye al código, mientras que los otros miembros del grupo se encargan del diseño físico, siguiendo las recomendaciones del algoritmo.
- Análisis de Habilidades: Demuestra una alta aptitud para la programación de bajo nivel, lo que es consistente con sus datos anteriores.
12:00 PM – 1:00 PM | Almuerzo
- Actividad: Consumo de alimentos. El sistema de nutrición personal registra la ingesta de calorías y el cumplimiento de la dieta recomendada.
1:00 PM – 2:00 PM | Clase de Ciencias Sociales
- Actividad: Debate sobre «el futuro de las ciudades sostenibles». La IA analiza los argumentos de cada estudiante y los presenta en un gráfico en tiempo real.
- Análisis de Persuasión: Su argumento sobre el uso de drones para la agricultura urbana se clasifica como «alto en lógica, bajo en persuasión emocional». Se le sugiere un curso opcional sobre «Oratoria y Retórica».
2:00 PM – 3:00 PM | Módulo de Arte y Creatividad
- Actividad: Pintura digital. La IA analiza sus trazos, la paleta de colores y la composición.
- Análisis de Creatividad: El sistema clasifica su obra como «estilísticamente similar al 78% de las obras de otros estudiantes en el mismo módulo». El sistema recomienda explorar «colores complementarios» para romper el patrón.
Bitácora en Casa (3:00 PM – 9:00 PM)
3:00 PM – 5:00 PM | Deberes Asistidos
- Actividad: El tutor de IA le asigna deberes que refuerzan las áreas de mejora detectadas en el día.
- Análisis de Concentración: El sistema registra que su nivel de atención disminuye un 15% después de 45 minutos. El tutor de IA inserta un breve «descanso de gamificación» para mantener el compromiso.
5:00 PM – 7:00 PM | Tiempo de Ocio Guiado
- Actividad: Tiempo libre. La IA recomienda actividades basadas en sus intereses y métricas de bienestar.
- Recomendación: Juega un videojuego diseñado para mejorar la «toma de decisiones bajo presión» y ve un documental sobre astrofísica recomendado para «estimular la curiosidad».
7:00 PM – 8:00 PM | Cena y Conversación Familiar
- Actividad: El sistema registra la conversación con sus padres. La IA de «Análisis Familiar» evalúa el nivel de conexión emocional.
- Análisis de Interacción: El sistema detecta una respuesta emocional neutra. Recomienda a los padres que pregunten sobre sus «sentimientos» y no solo sobre sus «resultados».
8:00 PM – 9:00 PM | Preparación para el Sueño
- Actividad: Lee un cuento en una tableta. El sistema de análisis de sueño mide el tiempo de lectura y la exposición a la luz azul.
- Análisis de Preparación: El sistema registra que el ritmo de lectura es constante y el nivel de luz es bajo. Se le notifica a la casa inteligente que «prepare el ambiente para el sueño».
9:00 PM | Hora de Dormir
- Actividad: El sistema registra el cierre de los ojos y el inicio del sueño.
- Análisis de Sueño: Se inicia el monitoreo de las fases del sueño para optimizar el descanso y el rendimiento del día siguiente.
Comentario final del autor
¡¡¡¡Aaaaaaaaahhhhhhhhh!!!!