En la reciente elección de alcaldes, gobernadores, diputados, concejales y ediles en Colombia (29 octubre) todo el mundo se fijó en los elegidos. En mi caso, por haber votado en blanco, me dio curiosidad saber cómo se comportó este dato en los diferentes escenarios.
Lo interesante de las elecciones regionales es que se tienen 32 departamentos que son como mini-países con su propia dinámica y cada uno se comporta independientemente sin que un departamento anule al otro, como ocurre en las elecciones presidenciales. Lo mismo ocurre con las capitales y en general en cada municipio, y es muy fácil diagnosticar lo que ocurre en cada región porque cada una tiene distintos protagonistas.
Pero en todas las elecciones simultáneas que ocurren ese mismo día, hay un elemento común que es el VOTO EN BLANCO. ¿Por qué vota alguien en blanco? Aunque se sabe que el efecto es mínimo y se puede pensar que irrelevante, tiene mayor significancia que la abstención. Uno se levanta temprano, se baña, se perfuma y se desplaza hasta la mesa de votación para que el sistema electoral registre que en la mesa X del puesto de votación Y alguien no está de acuerdo con ninguno de los candidatos y no quiere votar obligado por este candidato, por estar en contra del otro.
Veamos entonces las cifras y luego algunas conclusiones. No escribo los candidatos, sino sólo la votación de quien salió elegido, el segundo, el tercero, el número de votos en blanco y el total
GOBERNADORES
ALCALDES CIUDADES CAPITALES
Estos cuadros no son muy emocionantes, pero si los ponemos en porcentaje resultan más interesantes. Solamente pondré el porcentaje del VOTO EN BLANCO en cada región y el puesto en que quedó este voto de protesta en cada región.