Para la promoción 2020

La humanidad (o lo que quede de ella) va a recordar con muchos sentimientos encontrados el año 2020. Pero con mayor razón lo van a recordar los bachilleres de este año. Será la promoción que recibirá sus diplomas por correo y su ceremonia de graduación será a través de Zoom.

Para todos ellos y para sus profes, traigo este escrito de hace unos años que hoy se hace mucho más vigente. (1)

LOS IMPERATIVOS DEL PROFESIONAL CONTEMPORÁNEO 

En conversaciones con mis estudiantes me gusta plantearles esta pregunta: «Y ustedes, ¿qué gracia tienen?» 

Foto: Andrea Piacquadio – Pexels

No intento desmoralizarlos o hacerlos sentir poca cosa. Simplemente les recuerdo que cada año unos 20 mil profesionales se gradúan en Colombia en el área de administración (en la cual me desempeñaba antes de vincularme a los colegios) y que todos van a tener un diploma muy parecido al que ellos van a presentar anexo a su hoja de vida. Así que lo primero que el entrevistador de cada oportunidad laboral se preguntará es justamente eso: «¿Por qué debo contratarlo a usted y no a los otros diecinueve mil novecientos noventa y nueve?» 

Cualquiera que sea su profesión y particularmente si su objetivo es la academia, en donde los profesores normalmente se convierten en modelos de vida de sus estudiantes, su carrera estará impregnada de requerimientos que determinarán su competitividad. 

En mi clase se me ha ocurrido resumir las exigencias modernas en siete imperativos: 

  • 1 – ¡Cultívese!
  • 2 – ¡Globalícese! 
  • 3 – ¡Tecnifíquese! 
  • 4 – ¡Conéctese!
  • 5 – ¡Expóngase!
  • 6 – ¡Apasiónese! 
  • 7 – ¡Alégrese! 

Están escritos en forma de órdenes similares en el tono a los regaños o consejos que usualmente nos dan nuestros padres: «¡Prepárese, mijo! La vida sólo le abre las puertas al que sabe fabricar sus propias llaves». 

1 – ¡Cultívese! 

Piense en usted mismo como un terreno fértil en donde pueden crecer muchas cosas, pero al que hay que sembrar continuamente. Sembrar ideas, sembrar conocimientos, aptitudes, competencias; sembrar relaciones y conexiones; sembrar momentos, recuerdos y experiencias. No se niegue oportunidades de enriquecimiento intelectual, físico o emocional. 

Foto: Andrea Piacquadio – Pexels

De vez en cuando, haga un inventario de todo lo nuevo que adquirió en un día. De qué manera mejoró su lenguaje, su estado físico, su salud mental. Cuántos nuevos conceptos, inquietudes y cuestionamientos se está llevando a la cama. Cómo mejoró su hablar, su andar, su vivir. De qué manera contribuyeron sus lecturas de hoy, sus conversaciones, sus encuentros, a mejorar su vida. ¿Puede agregar hoy un nuevo logro a su hoja de vida? 

Cuando dejamos de ver un niño durante un tiempo y nos volvemos a encontrar con él o ella, lo primero que notamos es: ¡cómo ha crecido! Cada día que pasa deja su huella en su cuerpo y en su mente. Todo lo absorbe como una esponja y lo va guardando en su interior para utilizarlo algún día.

Desafortunadamente no ocurre lo mismo con el adulto. Casi lo único que nos crece cada día es nuestra medida radial y nuestros niveles de colesterol y triglicéridos. Nuestra capacidad de asombro por las cosas nuevas se ha deteriorado y asumimos una actitud de obra terminada, como si no tuviéramos nada nuevo que agregar a nuestro lienzo. 

Aliméntese con buen gusto. ¡Coma bien! ¡Hable bien! ¡Viva bien! 

2 – ¡Globalícese! 

El mundo ha roto las fronteras pero muchas personas las siguen manteniendo como infranqueables. Muchos se exigen a sí mismo visas (y se las niegan) para ingresar a los otros países. Al menos virtualmente, hoy no hay excusa para recorrer el mundo y conocerlo a fondo. ¿Qué le impide viajar a donde quiera hoy en día?

Foto: Andrea Piacquadio – Pexels

La internacionalización profesional es una necesidad de todas las carreras. Todas las empresas se están convirtiendo en multinacionales no importa su tamaño. Una prima mía vendía productos de una fábrica situada en Bélgica, tanto en Colombia ¡como en Ecuador! Y su empresa era de una sola persona. Un amigo artista expone en Ginebra (Suiza), vende obras en Madrid (España) y vive en Tabio (Cundinamarca), a media hora de Bogotá. 

En los cursos virtuales que hemos ofrecido en nuestro portal (www.emprendedor.com) se han interesado estudiantes de lugares tan variados como Andorra, Vanuatu, Nepal, Namibia y Guinea Ecuatorial. A propósito, ¿sabemos siquiera los nombres de las capitales de esos países?

(Para que no quede duda: Andorra la Vieja (o la Vella),
Port Vila, Katmandú, Windhoek y Malabo.)

Hágase el propósito de investigar un país cada semana. Lea todo lo que encuentre sobre él. Cómo se relaciona con su propio país, cómo es su gobierno, su cultura, su geografía. No espere a que ocurra una mala noticia en ese país para enterarse de que existe.

Curiosamente, no conocemos siquiera los países cercanos y con los que podremos tener un contacto más probable. ¿Quién dice que en la próxima reunión académica o de negocios no se va a encontrar con una persona de ese país y usted va a quedar como un imbécil por no saber el nombre de su presidente? 

¡Mire al Pacífico! Vamos a Asia. Recorramos África. ¿Qué hay de China? ¿Vamos a seguir ignorando al país de mayor crecimiento en las últimas décadas?

3 – ¡Tecnifíquese! 

¿Sabe usted reducir el tamaño de un video? ¿Qué es más pesado, un archivo MP3 o uno AVI? ¿Cómo incluyo una imagen PNG en una página web? ¿Cuál es la mejor aplicación para pasar vídeos de su computador a un televisor? ¿Cómo se puede publicar un libro electrónico?

Muchas veces las respuestas a interrogantes de este tipo hacen que un profesional tenga sus «cinco minutos de fama» frente a su jefe en una situación de coyuntura en la empresa. ¿Está usted listo para aprovechar esa oportunidad? 

Lo más probable es que usted esté en este momento frente a un aparato que contiene fácilmente mil veces más poder de computación que el sistema que ayudó a los científicos de la NASA a llevar al hombre a la luna. ¿Está usted aprovechando todo este potencial? 

4 – ¡Conéctese! 

Mis hijas tienen amigos virtuales en Francia, Costa Rica, Nueva Zelanda y Argentina. Cada rato están intercambiando mensajes instantáneos con ellos y ellas. En días pasados mi hija simplemente mencionó en su página virtual que se acercaba su cumpleaños y logró que más de 36 amigos llegaran a la casa a saludarla. Automáticamente se pusieron en marcha sus redes. 

Foto: Andrea Piacquadio – Pexels

La comunicación local o internacional es tan fácil hoy y sin embargo, los adultos no la aprovechamos realmente. Es fundamental pertenecer y cultivar las redes y las relaciones tanto profesionales como sociales. 

5 – ¡Expóngase! 

¡Cuántas cosas merecen nuestra firma y sin embargo nadie las conoce! Dejemos la timidez y saquemos a relucir nuestras obras maestras. Escritos, fotografías, vídeos, aficiones, pero sobre todo ideas, no deben quedarse guardadas en cajones ni mucho menos en nuestro cerebro. El mundo está abierto para aquellos valientes que quieren exponerse a su escrutinio. 

Jamás había sido tan fácil expresarse y publicar lo que se piensa. Los canales están creados y el mundo está esperando su aporte. ¿Qué espera? Obviamente no vendrán hordas de visitantes a su blog, ni millones de respuestas a su bandeja de entrada, sin embargo, el ejercicio personal de expresarse en un medio público es suficiente razón para intentarlo. 

Alguien lo leerá, alguien lo verá, pero sobre todo, nada más la intención de extraer de sí mismo lo que usted tiene y ponerlo en palabras o imágenes para que otro lo entienda, lo aprecie o lo valore, será algo que indicará a los demás su presencia en el mundo moderno. 

6 – ¡Apasiónese! 

Ame lo que hace. Ame lo que puede ser. Ame lo que ha sido. Cuando algo es hecho con pasión, ¡se nota! 

Involúcrese en su proyecto de vida, de familia, de amistad, de pareja, de trabajo, con tenacidad y convicción y verá multiplicar las posibilidades de éxito en cada cosa en que se empeñe.  

Interésese con desgarro en cada actividad, escuche con todo su cuerpo lo que otro dice, exprésese con turbulencia y rabiosa perfección, produzca con sublevada exquisitez, regale con apabullante singularidad, deje huellas de revolucionaria invención en todo lo que pase por sus manos. 

Foto: Andrea Piacquadio – Pexels

No sea ni común, ni corriente. 

7 – ¡Alégrese! 

Aprópiese de cada momento y conviértalo en algo valioso y recordable. Incluso de los momentos amargos y tristes. La capacidad de extraer de cada cosa o situación lo que es favorable y vital es lo que hace que los organismos sobrevivan y progresen. Lo mismo ocurre con su mente. 

Aprenda a valorar lo que tiene y lo que es. Aprenda a reconocer las oportunidades de cada problema. Extraiga lo nutritivo de cada situación, deseche lo intoxicante. Y lo más importante, sea un transportador de estos alimentos tonificantes.

Foto: Andrea Piacquadio – Pexels

Su alegría… ¡pásela! 

Nadie quiere incorporar en su equipo de trabajo o en su círculo cercano a personas que oscurecen con su actitud toda actividad o encuentro. Hay personas que lo único que producen es… sombra. No se convierta en el permanente transportador de las malas noticias. Saque de su lenguaje la queja permanente, el sarcasmo infinito, la negación constante. Ilumine con su presencia y su buen humor. 

Por último… 

Todos somos maestros y alumnos. Pero si usted, querido lector es también un educador, se estará preguntando cómo puede hacer para que sus jóvenes estudiantes desarrollen las competencias necesarias para responder a estos imperativos del mundo moderno. 

Tanto en su salón de clase como en sus espacios virtuales puede ser buena idea examinar si en cada actividad estamos contribuyendo a que nuestros estudiantes se cultiven a sí mismos, se apoderen del mundo que los rodea, se involucren con pasión en todo lo que hacen y se conviertan en poderosos transmisores de su alegría interior. 

Si es así, podremos decir que hemos diseñado un currículo apropiado a las exigencias de este siglo.  

Hugo Guillermo Ramírez

(1) «El Profe Virtual» – 2015/2013

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